Principales Ideas y Conceptos




Los fisiócratas, al igual que los últimos mercantilistas ingleses, desarrollaron sus teorías económicas para formular medidas económicas correctas. Además observaron la necesidad de construir modelos teóricos aislando las variables económicas clave para estudiarlas y analizarlas.


La fisiocracia aportó importantes ideas analíticas sobre la economía e influyo notablemente en el pensamiento económico posterior. Generalmente, los estudios de las ideas económicas suelen agrupar arbitrariamente a los autores que tienen ideas divergentes en una misma escuela del pensamiento, normalmente en función  de una única similitud, sin embargo, los escritos de la escuela fisiócrata contienen ideas notablemente coherentes sobre todas las cuestiones importantes por tres razones: 1) La fisiocracia se desarrollo exclusivamente en Francia. 2) Las ideas de los Fisiócratas se presentaron en un periodo de tiempo relativamente breve. Entre 1750 y 1780. 3) La fisiocracia tuvo un líder intelectual reconocido, Francois Quesnay (1694 – 1774), cuyas ideas fueron aceptadas casi indiscutiblemente por el resto de los fisiócratas.

Lo que más les interesaba a los fisiócratas era el proceso macroeconómico de desarrollo. Se dieron cuenta que Francia estaba quedándose rezagada con respecto Inglaterra en la aplicación de  las nuevas técnicas agrícolas. Por ende, para resolver este problema los fisiócratas se interesaron por descubrir la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones, y las medidas que mejor promovieran el crecimiento económico. Así también, en respuesta a la idea mercantilista de que el comercio crea riqueza, los fisiócratas estudiaron la creación del valor físico y llegaron a la conclusión de que el origen de la riqueza estaba en la agricultura. Por otro lado, la existencia de excedente en la producción de bienes motivo a los fisiócratas a la búsqueda del origen y la magnitud de este, lo que los llevo a la idea del producto neto, lo cual en conjunto con el concepto de plusvalía conforman la parte central de la doctrina económica de los fisiócratas.

Estas y otras de las ideas de la escuela fisiócrata se desarrollan a continuación, pero cabe mencionar que dichas ideas están muy interrelacionadas con el ambiente en el que los fisiócratas vivieron y trabajaron.


El orden Natural

Los fisiócratas creían en la existencia de un “orden natural y esencial”, que era el conjunto de instituciones conformes con la providencia y que aseguraría la prosperidad. Cuando los fisiócratas hablan del Orden Natural, no intentan analizar la realidad, sólo describir una situación ideal. La Naturaleza, regida por la ley natural, es la que debe gobernar todas las instituciones humanas, es por ello que el nombre de fisiocracia, extraído del griego, tiene precisamente este significado: fisis = naturaleza y cracia = gobierno.

Según los autores de la fisiocracia, existe una ordenación natural o ideal de todas las cosas, impuesta por Dios y que el hombre puede descubrir. Por lo tanto, el objetivo de todos los estudios científicos era descubrir las leyes que rigen los fenómenos. (ecolink.com)
La Naturaleza revela sus propias leyes al hombre y éste puede deducirlas mediante el raciocinio. Así, del cosmos perfectamente ordenado se deriva "el orden esencial de las sociedades" humanas. Este orden esencial de las sociedades consiste en "una armonía perfecta de las instituciones sociales sin la que la felicidad y el crecimiento del género humano no podrían tener lugar".

El orden natural es un ideal que tiene que alcanzar el ser humano para lograr la prosperidad económica, la riqueza. De él se desprende el Derecho natural, conjunto de leyes físicas que "regulan los acaecimientos físicos del orden natural evidentemente más ventajosos para la humanidad"(Quesnay, Cap. V de Drioit Naturel).


Sin embargo, los hombres manifiestan en sus instituciones un orden positivo que si se separa del natural es debido a la incapacidad de los legisladores por interpretar correctamente el derecho natural; cuando esto ocurre no se pueden conseguir los efectos beneficiosos del orden natural.


En la descripción del orden natural, los fisiócratas enuncian sus propuestas en materia de política económica.
1)      La fisiocracia exige la propiedad, bajo tres formas:
a.         Propiedad Personal: derecho de todo hombre a disponer de sus facultades físicas o intelectuales.
b.        Propiedad Mobiliaria: disponer de los frutos de su trabajo.
c.         Propiedad Territorial: el heredero debía disponer de la tierra, esto lo justificaban afirmando que era la retribución por haber mejorado y conservado el suelo durante las generaciones, y que era el mejor sistema para asegurar el mantenimiento de la tierra.
2)      Libertad del comercio exterior
3)      Libertad del tráfico interno. El orden natural llevaría a un “buen precio” de los productos agrícolas. Una política de no intervención del gobierno, haría posible que el capital fluyese libremente hacia el sector agrícola, y que el flujo del producto se ampliase con el tiempo.
4)      Salarios lo más elevados posibles (para aumentar la capacidad de compra de los productos agrícolas)
5)      Límite a la tasa de interés: para evitar que el rendimiento del dinero sea mayor al rendimiento de la tierra.  Quesnay escribió: “La cantidad de renta que se puede adquirir mediante la compra de una tierra no es arbitraria ni desconocida; su medida precisa nos da la naturaleza de las cosas, que impone su ley al comprador y al vendedor…; esta misma ley debe tenerse en cuenta para la fijación del tipo de interés o renta del dinero”.
6)      Despotismo Legal: soberanía de un rey que conocía el orden natural de la fisiocracia y llevaba su política de acuerdo al mismo. (Cuesta, 2009)
En base a todo lo anterior, cabe destacar que los fisiócratas sostenían que las leyes naturales gobernaban el funcionamiento de la economía y que, aunque estas leyes eran independientes de la voluntad humana, los hombres podían descubrirlas objetivamente, como podían descubrir las leyes de las ciencias naturales. Esta idea contribuyo significativamente al desarrollo de la economía y de las ciencias sociales. (Landreth, 2006)

 La riqueza y la productividad exclusiva de la agricultura: el producto neto
. Todo lo que es desventajoso para la agricultura es perjudicial para la nación y para el Estado, y todo lo que favorece a la agricultura es beneficioso para el Estado y para la nación.” Tableau Economique (1958). (Mora Contreras)



Para Quesnay, una sola rama de la actividad económica era capaz de suministrar indefinidamente bienes consumibles sin prejuicio para la fuente de donde se extraigan: la agricultura. Quesnay rechazó categóricamente la identificación del dinero con la riqueza: "el dinero en sí mismo es absolutamente estéril", sólo produce renta a través de un bien que la produzca. Para Quesnay las riquezas eran los productos renovables procedentes de la agricultura y que servían para subsistir, a lo que él denominaba luxe de subsistence, y para disfrutar, a lo que él llamaba luxe de decoration.

Consideraban que en la agricultura, es donde la acción de las fuerzas de la naturaleza incrementa la propia materia, donde crecen valores de uso. En la industria y en el comercio, la acción de las fuerzas de la naturaleza, según ellos no intervienen y no se crea materia nueva alguna. (Docente)

Quesnay, en la búsqueda de las actividades productivas que sean capaces de proporcionar perpetuamente bienes consumibles, sin menoscabo de la fuente de su producción, sólo encuentra una rama de la producción que suministra un producto neto, es decir, una cantidad de bienes superior a los utilizados como materia prima, como reposición del capital productivo y como pago de los asalariados (en general como costes de la producción): la agricultura.

En efecto Quesnay afirmo, que solo la clase de los agricultores era la clase productiva y, por lo tanto, la única que, además de reproducir sus condiciones de producción, producía un excedente neto -le produit net- que servía para pagar el ingreso de los propietarios de las tierras. En consecuencia, los artesanos, comerciantes, transportistas y en general todos aquellos ciudadanos que estaban dedicados a actividades no agrícolas, que no formaban parte ni de la clase de los agricultores, ni de la de los propietarios, no subsisten para Quesnay sino a costa de la clase productiva.

De este modo, las demás ramas de la economía, diferentes a la agricultura eran sólo transformadoras que se limitaban a añadir utilidad a elementos preexistentes, modificando su estructura material o trasladándolos de lugar. El valor agregado por la industria o el comercio era sólo el valor del trabajo humano, por lo que Quesnay clasificó de “estériles” al comercio y a la industria, lo que no significa que las haya considerado inútiles, sólo que no eran capaces de generar más valor que el valor del trabajo. Es decir, sólo agregan valor trabajo a lo ya producido, no crean valor. La agricultura, en cambio, era la única actividad que generaba más riqueza que el trabajo insumido en ella. El “producto neto”(o plusvalía) se ve en esta actividad, debido a que produce un volumen de bienes mayor a lo necesario para conseguir semillas y mantener a los agricultores. (ecolink.com)

Producto neto. Su producto neto es el exceso de producción. También lo llamaban “renta neta”, en donde identificaban el valor con el valor de uso, pero es en realidad la plusvalía o ganancia o beneficio que se obtiene. Fueron así los primeros que aportaron a la plusvalía como una categoría de la producción y no de la circulación, demostrando además que es en la producción donde se crea el valor.

Por tanto, según Quesnay (en su artículo Sur les trabaux des artisans) “las obras de los artesanos no son riqueza sino por la reunión de otras riquezas ya existentes”. Además, según comenta Galbraith (1987, p.65) la idea de Quesnay era que "para que pueda aumentar el número de zapateros, debe aumentar la cantidad de cueros vacunos".

El mayor mérito de los fisiócratas consistió en que desplazaron el análisis económico de la esfera de la circulación, en que lo tenían los mercantilistas, a la esfera de la producción, y con ello sentaron las bases para el analizar la producción capitalista. (Docente)

De esta manera, el excedente agrario sobre los costes de producción es un don que brota gratuitamente de la naturaleza; ésta origina la creación física de bienes cuyo producto neto (o excedente) es la base que sustenta a toda la sociedad. "La tierra es la única fuente de riquezas y la Agricultura las multiplica", según afirma Quesnay. (Escartin Gonzales)

Críticas a la Teoría del Producto Neto de la Fisiocracia
·         No es posible determinar con exactitud qué es lo que la agricultura y sólo ella produce: no es creadora de materia, ni de utilidad, ni de valor. Aparentemente, el concepto de producto neto corresponde a lo que hoy es denominado renta.
·         Nunca probaron su teoría del producto neto. No es cierto que la agricultura multiplique riquezas y el resto de las ramas sólo agregue.
·         Actualmente, la ciencia económica converge a la idea de que producir es crear utilidad. Bajo este concepto, queda claro que la agricultura no es la única actividad capaz de crear riqueza.


El cuadro Económico de la Fisiocracia

Si bien la afirmación de que la agricultura es el único sector capaz de generar “producto neto” es bastante criticable, el aporte fundamental, por el cual los fisiócratas son actualmente elogiados, no proviene de esta rama de su investigación, sino de haber indagado qué sucede con su “producto neto” en la economía. Para averiguar el destino del producto neto, Quesnay ideó el denominado Cuadro Económico, simplificado en el siguiente gráfico:

                         Fuente: Eckelund, R. y Hébert R. Historia de la Teoría Económica y de su Método (1992) p. 93

En 1758, fue impresa en Versalles la esquematización de la doctrina de los fisiócratas. Este diagrama, llamado el Tableau Économique, reviste una importancia significativa en la Historia del Pensamiento Económico. Es considerado el precedente del análisis input-output.

Quesnay realizó tres versiones del Tableau entre 1758 y 17595. Las mismas varían en las bases, y van apareciendo nuevas Máximas6. La primera edición fue impresa en diciembre de 1758. Constaba de un Tableau con base 400 y 22 máximas. La segunda edición fue impresa a principios de 1759, con base 600 y 23 máximas. Y la tercera edición fue impresa aproximadamente en julio de 1759, con base 600 y 25 máximas.

A pesar de las distintas ediciones o formas en las que fue presentado, el objetivo fue siempre el mismo: “presentar la relación entre ‘gasto y producto’ con objeto de permitir realizar una estimación clara de la ‘organización y desorganización’ que la política del gobierno podía introducir.


Hipótesis Implícitas del Tableau Économique de  Quesnay

Quesnay, inspirándose en Cantillón, integra a los miembros de la sociedad en tres clases sociales (o sectores económicos) según fuera su función en la economía:

La clase productiva es la formada por los empresarios agrícolas y los campesinos asalariados. La denominación de esta clase se basa en la idea de la productividad exclusiva de la tierra; es la única clase capaz de lograr un «producto neto» (“produit net”).
La clase mixta es la formada por los terratenientes, por los propietarios de las tierras que las ceden a los empresarios agrícolas a cambio de una renta. La competencia entre estos empresarios por los arrendamientos posibilita a los terratenientes la extracción a su favor de todo el producto neto de la agricultura.

Esta clase recibe la denominación de mixta porque, aún sin ser productiva directamente, es la que proporciona las tierras, la que suministra los avances anuales (o anticipos de capital)[1] necesarios para el inicio de las explotaciones agrícolas y la que con el gasto de la renta orientan el sentido de la producción y mantienen en circulación el producto neto. Al no tener que trabajar, los miembros de esta clase están «disponibles» por lo que son las personas idóneas para dedicarse a los asuntos públicos, a la política, y también para sostener los gastos públicos mediante el impuesto único sobre su producto neto.

La clase estéril es la formada por todos los demás miembros de la sociedad no incluidos en las dos clases anteriores; en ella se encuentra, por lo tanto, los empresarios industriales, los profesionales liberales, los artesanos, los comerciantes, los trabajadores asalariados, y los demás miembros de la sociedad no incluidos en las dos clases anteriores.

La denominación de estéril significa que la laboriosidad de esta clase no origina un producto neto; es decir, su actividad económica solo logra transformar o mezclar las materias primas u otros productos agrícolas, o comprarlos, transportarlos y revenderlos; pero no crea físicamente nada nuevo cuyos componentes antes no hubieran sido producidos por la naturaleza.
Otras tres hipótesis implícitas, además de la anterior división de la sociedad en clases, hay en el Tableau. Quesnay, en primer lugar, supuso que para producir una renta anual de 2.000 millones de francos era necesario un avance anual (anticipo de capital) de otros dos mil millones. Es decir, los ingresos de la clase productiva invertidos en la agricultura proporcionaban una cantidad de producto valorada en el duplo de la inversión efectuada; de esa producción, la mitad era el producto neto. La clase estéril con sus gastos sólo reproducía el mismo valor, ya que al producir no generaba producto neto.

En segundo lugar, supuso que cada clase social gasta sus ingresos por mitades, una de ellas en la compra de productos agrarios y la otra mitad en adquirir productos y servicios manufacturados, proporcionados o comercializados por la clase estéril. Y en tercer lugar, supuso que en todas las clases sociales los ingresos son gastados íntegramente. (Escartin Gonzales)


Tableau Économique de  Quesnay
El objetivo del cuadro económico no era describir la distribución de la renta en la economía, sino describir como circulan las rentas (producto neto) de un sector a otro. Este modelo prevé un flujo de mercancías con un esquema basado en la circulación sanguínea. Se trata de un equilibrio económico estacionario, cerrado, en el cual no existe distinción entre factores productivos y bienes producidos.
Quesnay era médico de la corte, y para la realización de su Cuadro Económico se inspiró en el funcionamiento del cuerpo humano. Las rentas circulan por la economía al igual que circula la sangre por el cuerpo. Un trastorno en un órgano del cuerpo, origina reacciones en otros órganos para compensar el trastorno inicial.
La representación del Tableau Economique se expone en la Figura 1. Esta exposición es una versión didáctica de la efectuada por Quesnay. Sigue todas sus líneas básicas, incluida su peculiar representación en zigzag. Prácticamente, la única modificación es la adición de los gastos que la clase productiva y la estéril realizan dentro de su propia clase. A como se menciono, la forma tradicional del Tableau es la del zig-zag. Como muchas veces esta forma trajo problemas para su adecuada comprensión, Quesnay presentó el modelo en otra forma denominada précis, donde se presentan los resultados finales del Tableau y se omiten pasos intermedios. En este documento se abordara el Tableau de Quesnay en su forma tradicional.

¿Cómo funciona el Tableau Économique? Su funcionamiento es sencillo, aunque hay que decir que se realizan ciertas abstracciones que facilitan su comprensión y funcionamiento. Estas abstracciones serán citadas y esclarecidas más adelante, una vez que se haya entendido su mecanismo y nociones básicas.

El ingreso que percibe la clase de los propietarios en forma de renta se gasta de la siguiente manera: la mitad en la clase productiva (alimentos) y la otra mitad en la clase estéril (manufacturas). Los cobros de estas dos clases se distribuyen siempre siguiendo el mismo razonamiento: la mitad se gasta en el interior de su clase y la mitad restante se gasta en la otra clase. O sea, la clase productiva destinará la mitad de su ingreso para comprar alimentos dentro de su misma clase, y la mitad restante para comprar manufacturas a la clase estéril. La clase estéril, a su vez, gastará la mitad de su ingreso en manufacturas dentro de su clase, y con la mitad restante adquirirá alimentos de la clase productiva.

Este es básicamente el funcionamiento del Tableau y corresponde a una progresión geométrica. Se presenta a continuación la forma general del Tableau Économique con la correspondiente explicación del mismo. Este Tableau muestra los intercambios entre las 3 clases que tienen lugar a lo largo de un año.

En un periodo anterior (t-1) la clase productiva con unos avances anuales de 2.000 millones de francos obtienen una producción valorada en 4.000 millones, de los cuales 2.000 millones es el producto neto que entregan al principio del periodo siguiente (t) a la clase mixta como renta por el arrendamiento de las tierras.

En el periodo actual (t) los terratenientes gastan su renta; la mitad en la compra de productos agrarios y la otra mitad en manufacturas y servicios. Estos gastos inician el proceso productivo del sistema económico. La clase productiva con estos ingresos de mil millones, invertidos en los cultivos mediante la compra de productos agrícolas (dentro de su propio sector) por valor de 500 millones y de manufacturas y servicios (en el sector industrial) valorados en otros 500 millones, obtiene una producción valorada en 2.000 millones. De ellos retiene 1.000 millones, importe del producto neto, para pagar la renta de las tierras al inicio del periodo siguiente (t + 1).
La clase estéril con los ingresos de 1.000 millones procedentes de la compra inicial realizada por la clase mixta, tras invertirlos, obtiene una producción valorada en 1.000 millones (ya que este sector económico no obtiene producto neto). Para realizar esta producción, los mil millones ingresados se gastan comprando materias primas y subsistencias en el sector agrícola, por valor de 500 millones, y manufacturas y servicios dentro de su propio sector económico, por valor de otros 500 millones.


La clase productiva con estos 500 millones procedentes de la clase estéril, nuevamente invertidos,
produce por valor de 1.000 millones, de los cuales retiene 500 para el futuro pago de la renta, habiendo empleado 250 millones en compras dentro de su sector y otros 250 millones en la adquisición de manufacturas y servicios en el sector industrial, el de la clase estéril.

La clase estéril con el ingreso de los primeros 500 millones procedentes de la clase productiva, una vez invertidos, elabora productos y servicios por valor de otros 500 millones mediante adquisiciones en el sector agrario por valor de 250 millones y en el propio sector por valor de 250 millones.

La clase productiva y la clase estéril prosiguen sucesivamente efectuando compras entre ellas en una cadena de compras, ventas, ingresos, inversión, producción, retención del importe del producto neto para el pago de la renta, ventas, compras etc. Sin embargo, cada nueva ronda de compras es la mitad que la anterior, por lo que el proceso acaba por extinguirse, pues se va amortiguando en forma de progresión geométrica de razón inferior a la unidad.

De este modo, durante el período actual (t) la recaudación del producto neto y los ingresos tanto de la clase productiva como los de la clase estéril son iguales:
1,000 + 500 + 250 + 125 + ….... = 1,000 / (1 - 1/2) = 2,000 millones de francos.

Los gastos de ambas clases (la productiva y la estéril) ora dentro de su propio sector, ora en el otro, son los mismos y respectivamente:
500 + 250 + 125 + ... = 500 / (1 - 1/2) = 1,000 millones de francos; en consecuencia, los gastos totales de cada una de estas clases (sumando los efectuados en su propia clase y en la otra) son 2,000 millones de francos.

La producción de la clase productiva, con unos gastos de 2,000 millones de francos (la mitad en su propia clase y la otra en la clase estéril), asciende a 4,000 millones, de los cuales la mitad es el  producto neto. La clase estéril sólo produce por valor de 2,000 millones, cantidad igual a sus gastos e ingresos.

La recaudación del importe del producto neto se paga en concepto de renta al comienzo del periodo siguiente (t + 1), con lo que se continua el proceso productivo exactamente en las mismas condiciones que en el periodo anterior. Por ello, el sistema económico no sólo está en equilibrio sino que éste es estacionario (siempre se reproduce igual, pero ello no impide que el análisis sea dinámico).

Este Tableau Économique, en realidad, sólo expone el flujo circular de los gastos. En otra versión, titulada Análisis de la fórmula matemática del Tableau, Quesnay presentó los resultados finales de todo un período mediante un doble flujo circular, el monetario y el de la producción real.

Esta nueva versión se refleja en la Figura 2, donde aparece, en la columna correspondiente a cada clase, el balance de la situación en que queda cada una de ellas después de efectuar una transacción. Inicialmente se supone que la clase productiva dispone, por la producción del período anterior, 3.000 millones de francos en alimentos, 2.000 millones en materias primas agrícolas y 2.000 millones en dinero. La clase estéril únicamente dispone 2.000 millones de francos en manufacturas producidas en el período anterior.


El proceso económico del presente período se inicia con el pago de la renta de 2.000 millones a la clase mixta. Los terratenientes la gastan, durante el período, por mitades en la compra de alimentos y manufacturas. Después de esta ronda de gastos, los terratenientes han dispuesto de alimentos valorados en 1.000 millones de francos y de manufacturas por valor de otros mil millones. Los agricultores tienen ahora, en su poder, 2.000 millones de francos en alimentos, otros tantos en materias primas y 1.000 millones en dinero. Los industriales poseen 1.000 millones en manufacturas y mil millones en dinero.

La clase estéril gasta el dinero que tiene (1.000 millones) en la adquisición de alimentos. En el nuevo balance parcial los agricultores tienen 1.000 millones en alimentos, 2.000 millones en materias primas y 2.000 millones en dinero; los industriales han dispuesto de 1.000 millones en alimentos y siguen teniendo 1.000 millones de productos manufacturados.

La clase productiva gasta parte del dinero que tiene, 1.000 millones en la compra de manufacturas. El balance queda así: los agricultores tienen 1.000 millones en alimentos, 2.000 millones en materias primas, obtienen 1.000 millones en manufacturas y, por haber gastado parte de su numerario, le quedan 1.000 millones en dinero; los industriales están consumiendo 1.000 millones de alimentos y acaban de ingresar 1.000 millones en dinero.

La clase estéril gasta este dinero en la compra de materias primas de origen agrario. Con ello el balance resultante es que los agricultores tienen 1.000 millones en alimentos, cuentan con 1.000 millones en materias primas para su propio consumo, disponen de manufacturas por un importe de 1.000 millones y, nuevamente, de todo el stock de dinero del país. Los industriales han consumido 1.000 millones en alimentos y disponen de 1.000 millones en materias primas para afrontar la producción del período siguiente, valorada en 2.000 millones, equivalentes al coste de la supervivencia (alimentos) y al de las materias primas empleadas.

La clase productiva a la vez va vendiendo dentro de su sector económico los mil millones que tenía en alimentos y otros tantos en materias primas, por lo que el balance de estas transacciones, por ser interna al sector no queda alterado. Con el coste de los alimentos (1.000 millones), de las materias primas (1.000 millones) y de las manufacturas (1.000 millones) afronta este sector la producción de cara al año siguiente; esta nueva producción es igual a la del año anterior: 3.000 millones en alimentos y 2.000 millones en materias primas. Además dispone de los 2.000 millones en dinero para pagar la renta al inicio del siguiente período. Este análisis difiere del primer Tableau Économique; pero sigue siendo un análisis dinámico por períodos con un equilibrio estacionario. Una novedad,  aparte de reflejar el doble flujo circular de la renta, es que en esta variante se puede apreciar la velocidad de circulación del dinero, puesto que se ve cómo pasa de sector en sector, de forma que con un fondo monetario de 2.000 millones de francos se realizan transacciones por valor de 9.000 millones.

Otra novedad es que a esta versión (y no a la anterior) se puede aplicar el moderno análisis sectorial de las tablas Input-Output de Leontief[2], tal como se comprueba en la Figura 3. Las filas reflejan los gastos efectuados por cada clase en las compras procedentes de todas las demás; de forma que los ingresos de cada clase recibidos de las otras se encuentran anotados en las columnas. Así, considerando la primera fila, la clase de los agricultores (o productiva) gasta en compras dentro de su propio sector 2.000 millones de francos; entrega a los terratenientes (o clase mixta) 2.000 en concepto de renta por el alquiler de los fundos; y, por último, paga 1.000 millones a los industriales y comerciantes (o clase estéril) por las compras de los productos adquiridos a los componentes de esta clase. Los ingresos de la clase productiva figuran en la primera columna, en la que se observa que dentro del propio sector se ingresan 2.000 millones por las compraventas que entre los miembros del mismo sector se hacen; también ingresan 1.000 millones por vender alimentos a los terratenientes; y otros 2.000 millones procedentes de la clase estéril por la venta de alimentos y materias primas. De la misma suerte se contemplan las restantes filas y columnas (respecto a las cuales se cree que ya no es necesario un comentario especial sobre su contenido, al ser cada una de ellas un fiel resumen de la segunda versión de Quesnay, la del Análisis de la fórmula matemática del Tableau, cuyas cifras, gastos y compras figuran en la exposición didáctica de la Figura 2).

Quesnay intuyó que el sistema económico podría estar en desequilibrio; su causa sería una mala orientación de los flujos de renta. A este respecto expuso situaciones en las que si la clase mixta redujera el consumo de productos agrícolas, gastando más en manufacturas, el producto neto de la clase productiva sería menor y con ello se originaría un perjuicio general para toda la sociedad al disminuir el monto total de la renta nacional. Otro caso similar sucedería cuando se ahorrara, puesto que al detraer dinero de la circulación no llegaría íntegro a los agricultores y su producto neto disminuiría. Por eso, recomendó que todo el mundo gastara rápidamente sus ingresos.

La importancia de esta obra radica en que es el primer intento de esquematizar el funcionamiento de un sistema económico. Además, expone algunos de los principios más importantes de la fisiocracia.
Este cuadro sirvió como punto de partida de análisis de política económica, realizados por otros miembros de la fisiocracia como el abate Baudeau y Mirabeau. Por ejemplo, afirmaban que cuando la parte del producto neto que vuelve a la tierra es insuficiente (ya sea por compras excesivas a la clase estéril o insuficientes a la clase agrícola), la creación de producto neto disminuye y puede surgir una depresión económica.
Si bien el Cuadro Económico desarrollado por Quesnay puede ser fácilmente criticado, su mérito radica en haber tenido una visión de los diversos sectores económicos como interdependientes, que la economía puede estar en desequilibrio a causa de una mala orientación de los flujos de renta.

 El comercio exterior y el bon prix.


Para los fisiócratas, en oposición al mercantilismo, la riqueza de una nación procedía de su capacidad de producción y no de las riquezas acumuladas por el comercio internacional. También defendían que la agricultura era el único sector productivo capaz de crear riqueza, mientras que el comercio y la industria tan sólo permitían la distribución de esta riqueza.
El comercio en general, como todas las ramas de la actividad económica (excepto la agricultura), es "estéril" en el sentido fisiócrata de que no crea un producto neto. La caracterización de  estéril" no significaba, para los fisiócratas, que la actividad fuese inútil o careciera de importancia. Para ellos toda la actividad económica tenía relevancia. La excepción de esta regla era el comercio internacional. Basar la riqueza de la nación en un superávit de la balanza comercial que se tradujera en una acumulación de oro y plata (como preconizaban las teorías mercantilistas) era una "idea quimérica".

Varios fueron los motivos por los que los fisiócratas no tuvieran demasiada confianza en las ganancias nacionales a través del comercio exterior:

1º.- El oro y la plata, ya se ha mencionado, no constituía para ellos la riqueza de la nación; ésta se
conseguía desarrollando la agricultura con técnicas modernas y haciendo circular el producto neto por todos los sectores económicos nacionales, lo cual promovía, a su vez, la producción y el comercio interior. Todo ello es lo que genera la riqueza nacional.

2º.- El comercio no es otra cosa que un trueque, un intercambio de mercancías. Todo acto de venta implica un acto de compra; por lo tanto, es una locura pensar que siempre se puede vender sin comprar nada a cambio, o comprar menos de lo que se vende.

La venta en el comercio exterior de los excedentes de los productos de la tierra es un medio para lograr un bon prix (buen precio, o sea, alto) en el interior, ya que el exceso de oferta no presionaría los precios a la baja. En cuanto a las importaciones, es el último recurso para disponer de los bienes necesarios que no hayan podido producirse en el país en la cuantía suficiente.

3º.- La obtención de ganancias a costa de otros países sólo podía conducir a las represalias e incluso a las guerras. En éstas se pierden con creces las ganancias adquiridas mediante el comercio internacional.


Todas estas ideas sobre el comercio exterior y su sustitución por un sistema productivo nacional encajaban perfectamente en la mentalidad francesa. Cuando los fisiócratas empezaron a escribir, el país estaba en guerra y habían sufrido serios reveses tanto en el mar como en las colonias. Además, los franceses no habían olvidado los desastres económicos motivados por las guerras de los últimos años del reinado del Rey Sol (a finales del siglo XVII y principios del XVIII) ni de las guerras durante el reinado de Luis XV: Sucesión de Polonia, Sucesión de Austria y sobre todo la contemporánea Guerra de los Siete Años (1756 - 1763): Sin previa declaración de guerra, en 1755, Inglaterra se apoderó de más de trescientas naves mercantes francesas. Tras los avatares propios de la guerra y las sucesivas derrotas infligidas por los ingleses en el mar y en las colonias francesas, por la paz de París (1763), Francia perdió prácticamente su primer imperio colonial: sus posesiones en la India, sus derechos al oeste del Misisipí, el Canadá y varias Antillas a favor de Inglaterra y La Luisiana a favor de España en compensación de la pérdida por parte de ésta de La Florida.

No es, pues, de extrañar que los franceses, en la generación de la fisiocracia, estuvieran bastante decepcionados con las empresas coloniales y que pensaran que las ganancias del comercio transoceánico acabarían siendo presa de la flota inglesa.

La propiedad privada.

La propiedad privada es la más importante institución social que, además, está conforme con el concepto fisiócrata del orden natural en un triple aspecto (según Spiegel, p. 227): El derecho natural de todos los hombres por todas las cosas es absolutamente inviable. Según la analogía de Quesnay, el derecho de todas las golondrinas por todos los insectos únicamente es posible ejercerlo sobre los insectos que cada pájaro es capaz de capturar.

De forma similar, cada hombre sólo tiene el derecho natural sobre todas las cosas obtenidas con su propio trabajo. Esta teoría procede de Locke, pero Quesnay la amplía con la recíproca, ya que el trabajo personal, útil tanto para sí mismo como para la sociedad, se justifica en la garantía legal de que sus frutos reviertan en el provecho privado de cada individuo.

El derecho natural también otorga a cada individuo la facultad de utilizar a su voluntad las facultades físicas e intelectuales, así como de disponer libremente de sus propiedades. Para los fisiócratas hay una relación directa entre la cuantía de la propiedad y el grado de libertad que un hombre puede disfrutar. Y, por último, la consecuencia lógica de los dos aspectos anteriores conduce indefectiblemente a que ese derecho natural debe plasmarse en un derecho positivo que salvaguarde la propiedad territorial, aunque la tierra no sea una creación del trabajo humano. Esta lógica se basa en que la adquisición de la propiedad privada excluye la posesión por parte de otros y no puede efectuarse una excepción con la propiedad territorial. Además, esta propiedad garantiza, de generación en generación, el interés por mejorar el estado productivo de las tierras en un proceso acumulativo y que sólo es posible realizarlo a costa de los perceptores de la renta de la tierra.

Otra consecuencia lógica, en el razonamiento de los fisiócratas a partir de las premisas (para ellos evidentes) extraídas del orden natural, es que la propiedad privada, ejercida libremente, y la igualdad social son necesariamente incompatibles. El sistema económico por ellos concebido requería la desigualdad social para que circulara el producto neto y creara así la riqueza y el bienestar de la sociedad.

Esta concepción del flujo de la renta podemos designarla como la teoría de los vasos comunicantes (o de la diferencia de potencial) pues del mismo modo que el agua sólo circula entre dos recipientes comunicados cuando entre ellos existe una diferencia de nivel (o la electricidad entre dos puntos unidos por un conductor cuando entre ellos hay una diferencia de voltaje) la economía de una sociedad precisa una diferencia en el nivel económico de sus miembros para que circulen las rentas y se origine la riqueza; pero a la vez el propio sistema económico tiene que causar las desigualdades constantemente para su mantenimiento indefinido. La acumulación de riquezas ocasionada por la propiedad privada es el generador que permite el sostenimiento de las diferencias de nivel o potencial, es decir, de la desigualdad social creciente.
 El Laissez faire o el liberalismo económico.

El orden positivo tiene que estar en concordancia con el orden natural para producir los efectos beneficiosos en la sociedad. Sin embargo, la realidad preexistente, a través de su configuración en el derecho positivo, era un cúmulo de normativas, regulaciones de privilegios para los monopolios, controles de producción, restricciones aduaneras al tráfico interior, prerrogativas, derechos y prestaciones feudales, y otras muchas que desalentaban todo esfuerzo productivo.

Las reformas económicas preconizadas por los fisiócratas exigían la abolición de toda la normativa heredada del pasado y que constreñía al sistema económico. Por eso, antes que regular algo en contra del orden natural, cuyas leyes eran las más ventajosas para la humanidad, era preferible no hacer nada, dejar que el mundo de la economía marchara por sí solo: Laissez faire, laissez passer, le monde va de lui même.

Así, los fisiócratas se convirtieron en los paladines del liberalismo económico, del libre cambio y de la no intervención gubernamental en los asuntos de la economía. También, del individualismo económico, pues creyeron que la armonía del orden natural se traducía en la armonía de los intereses individuales y los de la sociedad; así como en la armonía entre las clases sociales a pesar de sus desigualdades, ya que, como se ha expuesto anteriormente, éstas se derivaban del propio orden natural y eran necesarias para que el sistema económico funcionara bien. Quesnay ( Droit natural, Cap. IV) anticipó el principio rector de la metáfora de la mano invisible de Adam Smith cuando escribió: “No todos contribuyen de igual manera pero la actividad de unos contrarresta la de otros. Así cada uno puede realizar por entero lo que le corresponde; y en virtud de este recíproco suplemento, todos contribuyen más o menos equiparadamente al beneficio de la sociedad”. (Cuesta, 2009)

No obstante, el liberalismo económico de los fisiócratas estaba enfocado a conseguir un buen precio (bon prix) para los productos agrícolas como garantía de un elevado producto neto y de un alto consumo de los terratenientes. Sobre esto del bon prix, es decir, de los productos agrícolas caros en origen, Quesnay dice: “abundancia sin valor no es riqueza; hambre y carestía es miseria; abundancia y carestía es opulencia”. Los elevados ingresos de los terratenientes eran los que ponían en marcha todo el sistema económico en una doble vertiente: por un lado, proporcionaban los adelantos de capital necesarios para iniciar las explotaciones agrícolas y por otro lado su consumo era la base de la prosperidad del resto de los miembros del cuerpo social.

Respecto al consumo, la observación que hace Quesnay es muy interesante por su keynesianismo: "todo el mundo tiene que gastar inmediatamente sus ingresos netos en bienes de consumo", porque si alguien decide ahorrar "para aumentar sus reservas individuales de dinero" toda la economía nacional se perjudicará, puesto que cada acto de ahorro priva a alguien de un ingreso (citado por Schumpeter, 1954, pp.279 y 335).

Aquí tenemos una temprana versión de la paradoja de la austeridad: a nivel individual (plano microeconómico) las personas se enriquecen cuando ahorran, o sea, si son austeras (no incurriendo en gastos superfluos). Sin embargo, en el nivel general de la sociedad (plano macroeconómico), a corto plazo, la suma de los ahorros individuales, que no se canalizan hacia la inversión, originan una insuficiencia del gasto agregado que provoca una disminución de la renta nacional y, por lo tanto, unos ingresos más bajos y un empobrecimiento general. Por consiguiente, para lograr el enriquecimiento de la nación, a corto plazo, no es aconsejable el ahorro individual (la austeridad), sino, por el contrario, el aumento de los gastos (la prodigalidad), aunque aparentemente los individuos se empobrezcan.

El laissez faire fisiócrata era, por lo tanto, muy relativo; para poner en práctica su liberalismo se necesitaba una activa intervención gubernamental que removiera todos los obstáculos que dificultaran la consecución de los altos precios agrícolas y para promover las condiciones adecuadas que los posibilitaran. Entre otras medidas propusieron un máximo legal de los tipos de interés y restringir la exportación de manufacturas para evitar de este modo el entrar en la competitividad internacional, que conduciría a los bajos costes salariales, y a la reducción del coste de la vida (o sea, del precio de las subsistencias provenientes de la producción agraria).

Todo ello implicaba profundas reformas administrativas e institucionales. Por eso propugnaron el despotismo ilustrado como forma de gobierno para llevar a cabo, desde arriba, la modernización y racionalización de la economía, y como forma social para mantener a la aristocrática en su posición de clase elitista (a la que en su teoría habían elevado a motor del proceso económico).

El impuesto único

La compleja estructura del sistema tributario francés también exigía una racionalización y, sobre todo, una gran simplificación en aras de la eficacia productiva.

La solución de los fisiócratas fue la de gravar con un impuesto directo el producto neto. Éste era el único rendimiento que podía soportar el impuesto por no estar vinculado a ningún coste de producción. Todos los demás impuestos, en cualquier rama de actividad económica, serían trasladados vía costes hasta el producto neto.

Postularon entonces la política del impôt unique, o impuesto único sobre la renta de la tierra, que tendría dos objetivos básicos: por un lado solucionar los problemas financieros del Estado y por el otro revivir la actividad agrícola francesa. Decían que si los propietarios en el corto plazo podían llegar a tener una desventaja financiera, no debían preocuparse, porque luego se verían recompensados por incrementos significativos en la inversión agrícola y en la productividad de la actividad y, por consiguiente, un mayor tamaño de los productos netos venideros.

Esta teoría es similar a la de Locke, pues este autor ya había mencionado que cualquier impuesto se repercute, en última instancia, sobre las rentas netas de la agricultura. Los impuestos se van encareciendo en la cadena de repercusiones, debido a los gastos de gestión y control, por cuyo motivo resultaría mucho más eficaz y barato un impuesto único y directo sobre el producto neto. A este respecto Quesnay (Máxima V) dice: “Que el impuesto […] se establezca sobre el producto neto de los bienes raíces y no sobre el jornal de los hombres ni sobre los comestibles, pues multiplican los gastos de percepción”.

La sencillez de esta idea de Quesnay (y casi inviable en la práctica, precisamente por su extremada simplicidad) fue complementada por Mirabeau en su Theorie de L'impôt (1760), mediante otros impuestos, tasas o ingresos procedentes de la producción de la sal y el tabaco, de la acuñación de moneda, del servicio postal y de las rentas provenientes de los dominios señoriales de la corona.

 La ley de los rendimientos decrecientes en la agricultura

La Ley de los rendimientos decrecientes en la agricultura es la principal aportación analítica de Turgot a la teoría económica. Esta aportación se encuentra en su escrito Sur le mémoire de M. de Saint-Péravy (1767). Su versión es designada como variante del margen intensivo, para distinguirla de la del margen extensivo de David Ricardo14. Según la opinión de Schumpeter (1954, p. 305), Turgot enunció su ley casi intachablemente, con gran claridad y sencillez: cuando a un terreno concreto se le van aplicando sucesivamente cantidades iguales de capital, el aumento de producto obtenido en cada aplicación va siendo inicialmente mayor hasta un límite, en el que la razón entre el aumento del producto y el aumento del capital alcanza un máximo. A partir de esta combinación óptima entre el factor fijo y el variable, nuevas adiciones iguales de capital originan aumentos del producto cada vez menores y progresivamente estos nuevos aumentos de la producción tienden a cero Los dos aspectos más sobresalientes de la formulación de Turgot son (según Schumpeter, 1954, p. 305-306):

1º.- Los rendimientos decrecientes no se manifiestan desde el principio; sólo a partir de un momento, el que determina la mejor combinación posible entre los factores variables y fijos.

2º.- Los rendimientos decrecientes se expresan en términos de productividad marginal (cociente de incrementos) y no de productividad media (cociente de cantidades, o sea, producción por unidad de capital). La única objeción que podemos hacer a la ley de los rendimientos decrecientes de Turgot (quizá porque lo creyera obvio y no lo explicitara) es que sólo es válida si no cambian las condiciones tecnológicas de las sucesivas adiciones de capital.


Otros Aportes




Otras aportaciones de Turgot a la teoría económica se encuentran en sus Reflexiones sobre la formación y distribución de las riquezas, donde clara y brevemente logró compendiar todo un tratado de economía en cien epígrafes que ocupan treinta folios (eso sí, con sesenta líneas por folio y letra apretada).

En los primeros epígrafes (y también a lo largo de los restantes) se dedica a exponer las ideas o  principios básicos de la fisiocracia, así como los principios en que se basa la economía. Entre los más importantes se destacan: La teoría del valor, la teoría del dinero, teoría del capital, teoría del interés y la teoría de la distribución.

Teoría del Valor: En el intercambio aislado de dos individuos, cada uno está dispuesto a ofrecer más o menos bienes por el que necesita según sea la intensidad del deseo o la satisfacción que éste último tenga para él. El principio por el que se rigen es el de “recibir lo más que puedan y entregar lo menos posible”, e irán cediendo mutuamente en sus pretensiones hasta lograr un acuerdo. Pero cuando hay muchos oferentes y muchos adquirentes se posibilita la búsqueda de mejores postores y de esta forma el valor de los bienes “no se debate entre dos únicas personas en relación a sus necesidades y a sus facultades recíprocas”, sino que se establecerá en un “precio intermedio entre las diferentes ofertas y las diferentes demandas”. Por este procedimiento de la oferta y la demanda en mercados de concurrencia se fija el precio corriente para todo el mundo ya que a ese precio “todos los compradores y todos los vendedores se conforman en sus cambios”.

Así pues, la teoría del valor de Turgot descansa (aun en los mercados competitivos mediante el mecanismo de la oferta y la demanda) en el principio subjetivo de la necesidad (o deseo, o utilidad) y también en el principio objetivo de la escasez, porque más adelante se refiere a que la poca abundancia de un bien eleva su precio.


Teoría del dinero: cuando el intercambio se realizaba por medio del trueque, cualquier mercancía era representativa de un poder adquisitivo general sobre todas las demás y podía servir de patrón de medida común para comparar con ella el valor de todas las cosas.

No obstante, aunque todas las mercancías tienen su valor intrínseco –o sea, un poder adquisitivo general para procurarse otras por la vía del intercambio– y pueden servir de patrón de medida para expresar el valor de todas las demás, no todas ellas se prestan a ser empleadas con la misma facilidad en estos dos usos. Esto es debido a las diferentes calidades de una mercancía

Teoría del Capital: Sobre la idea de Quesnay y Cantillon de que se necesitan unos "avances", o adelantos, constituidos por una cantidad de dinero (o riqueza mobiliaria) que debe disponerse antes de empezar cualquier proceso productivo, Turgot elabora una teoría del capital considerándolo como un factor de la producción; es decir, el capital es un fondo de riquezas mobiliarias previamente acumulado que permite vivir (proveer de subsistencias) y producir (aportar materias primas y herramientas) durante el período de la producción.

En la parte relativa a la necesidad de obtener un fondo de riqueza anticipadamente para mantener a los trabajadores, esta teoría constituye un precedente de la «teoría del fondo de los salarios» que desarrollarían los clásicos.

Teoría del Interés: Turgot criticó la condena que los escolásticos habían hecho del interés (o sea, de la usura) y se esforzó en demostrar la necesidad y la legitimidad del cobro del interés por el préstamo de dinero: éste es esencialmente un contrato recíproco y libre por las dos partes y ambas obtienen de él un provecho. Además, el prestamista tiene derecho a exigir un interés, fundamentalmente porque el dinero es suyo, “es un derecho inseparable de la propiedad”, del mismo modo que un panadero cobra por vender su pan y no puede exigírsele que lo regale.

Turgot, por un lado, concede gran importancia a los capitales prestados con una finalidad productiva, aun considerando que el préstamo incluye toda clase de motivos, y, por otro lado, sólo tiene en cuenta los ahorros, como fondos a prestar, con exclusión del dinero necesario para las compras y las ventas.

Teoría de la Distribución: Turgot contempla una distribución muy simple mediante la renta de la tierra, el beneficio del capital y los salarios de los trabajadores.

El beneficio del capital empleado en cualquier tipo de empresas (agrícolas, industriales o comerciales) debe proporcionar, además de la recuperación de la inversión, es decir, de los avances.

1. Un beneficio igual al ingreso que se podría haber adquirido con ese capital sin ningún trabajo.

2. El salario y el precio de su trabajo, de sus riesgos, de su industria.

3. La sustitución de los efectos depreciados en la empresa.

4. Los gastos de transporte (en el caso de los mercaderes, que se rigen por el principio de las ventajas absolutas: “enviar las mercancías del lugar donde son baratas a aquéllos donde se venden más caras”

  Otras ideas de la Fisiocracia
Sobre la tenencia de la tierra.
Pedían la implantación en Francia del arrendamiento de la tierra en gran escala a los colonos capitalista, los terratenientes continuarían conservando el derecho de propiedad pero cederían la tierra a los colonos acomodados sólo en usufructo temporal obtendrían así ventajosos arrendamientos. Con ello se lograría desarrollar la agricultura capitalista, manteniendo el sistema
feudal de propiedad agraria.

Reforma agraria.
Como partidarios del absolutismo, creían que un monarca culto realizará la reforma agraria y garantizaría la reorganización radical de la agricultura en el país para lograr el crecimiento económico deseado.

Los fisiócratas alimentaban la ilusión de un monarca culto dueño del poder absoluto quien debería realizar la reforma agraria. Por eso las masas no acogieron con simpatía el programa agrario de los fisiócratas y este no tuvo éxito en la práctica.



La composición del capital.
El capital productivo Consideraban al capital no como dinero como lo veían los mercantilistas, sino primeramente como forma productiva, o sea, capital productivo que se convierte en medios e instrumentos de la producción. Analizaron así, las partes integrantes del capital y en las que se descompone en el proceso de producción

Composición del capital. Su doctrina explica que el producto neto se trasmite íntegramente por los arrendatarios a los terratenientes en forma de renta neta, o renta agraria. El arrendatario no se apropiaba del producto neto, dado que empleaban el capital en la producción de la tierra, recibiendo lo mismo que los asalariados, sólo recibe ganancia el terrateniente. Ignoraron la categoría ganancia o beneficio.



[1] No exclusivamente, pues algunos miembros de las otras clases pueden ahorrar y estar así en condiciones de prestar dinero. Pero la clase mixta al recibir la renta del producto neto es la que más disponibilidades de dinero tiene.
[2] Leontief reconoció haberse inspirado en el análisis de Quesnay, sobre el flujo de rentas entre grupos sociales, para la elaboración de su "tabla".

1 comentario:

  1. Si bien los mercantilistas pedian la intervención del estado con tal que este les sirviera como proteccionista de los bienes que se importaban, ya que no se podia importar mas de lo que se exportaba, los fisiocratas plantean lo contrario, en su tradicional frase "Laissez-faire, laissez passer", en el cual sostienen que los gobiernos se deben limitar a proteger la vida y la propiedad para mantener la libertad de contrato. En otras palabras, los fisiocratas se oponian a las reacciones mercantilistas y gubernamentales, y estaban a favor de un libre comercio extranjero.

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